viernes, 29 de septiembre de 2017

Un trozo de "Siempre fuimos..."

―¿Estás solo?
―Sí ―contestó Lucas mientras entraba de nuevo―. Mi padre tiene claustro y mi madre trabaja hoy de tarde.
―Tenía ganas de hablar contigo, lástima que Ali no esté. ¡Vaya cumple que dio mi hermanito!
―Rosa, ya deberías conocerlo. Hay temas que es mejor no tratar cuando él está.
―Hijo, de lo único que se puede hablar es de Pasión y de los Estudiantes, y con cuidado ―replicó con fastidio.
―Bueno... deja a tu hermano. ¿Qué querías decirme?
―Vengo a invitarte... ―hizo una pausa quedando pensativa― a una asamblea.
―Asamblea, ¿de qué? ¿No será del PP? ―Soltó una carcajada―. Por cierto, ¿el PP hace asambleas?
―Lucas, en serio, desde el 15M han pasado muchas cosas: en todos los barrios y pueblos se han organizado asambleas. El 15M no fue una casualidad: había muchos colectivos preparados para la lucha social, se estaban aglutinando y de pronto se encontraron con la acampada de Sol y allá fueron. Tu viviste, como yo, los días de Las Setas, fue bonito, pero no fue un final, sino el comienzo de algo, algo que hay que organizar y rentabilizar para que no quede en nada.
―Me parece bien... sólo que no sé a dónde quieres llegar.
―Estoy metida en Amate, nos reunimos... ¿Recuerdas a Pablo, aquel chaval que cantaba la Pena, penita, pena? También está allí y muchos más del 15M. Tratamos de canalizar el descontento de la gente y la indignación hacia un cambio político. Yo estoy pensando unirme a Izquierda Anticapitalista.
―Sabes que soy de Izquierda Unida.
―Me parece muy bien, no pretendo que cambies de partido, sólo que asistas a las asambleas.
Durante un momento quedaron callados. Lucas observaba a Rosa. Envidiaba la seguridad y la energía que emanaba de ella. Él era más cauto: siempre estaba lleno de dudas y vacilaciones. Rosa era toda acción, se dejaba llevar de una manera intuitiva por los acontecimientos. Lucas era mucho más reflexivo.